El alcalde de Michelena, Fernando Andrade, invocó al Espíritu Santo para que a través de ese óleo perfumado acompañe a todo el pueblo del Táchira para construir un espacio digno renovado en espíritu y verdad, fortalecido en la fe donde florezca una oportunidad para todos
Ayer en la iglesia San Juan Nepomuceno de Michelena, monseñor Mario del Valle Moronta, obispo de la Diócesis del Táchira, celebró la Misa Crismal, en la que bendijo los Santos Óleos: el santo crisma, el óleo de los catecúmenos y el de los enfermos, con motivo de los actos de preparación para la Semana Santa, en una ceremonia eclesiástica donde se dieron cita miles de católicos provenientes de diferentes municipios de la entidad.
Luego de una procesión liderada por monseñor Moronta, en compañía de vicarios episcopales, sacerdotes, diáconos, religiosos seminaristas y fieles delegados de las distintas parroquias eclesiásticas del Táchira hicieron su entrada al templo de Michelena, junto a las autoridades civiles.
El alcalde de Michelena, Fernando Andrade, con unas emotivas palabras, dio la bienvenida a los representantes del clero, a la primera dama del Táchira, Genny Morales de Pérez y demás miembros del Ejecutivo regional, a las autoridades civiles, militares, a las comunidades presentes y a todo el pueblo del Táchira
"Los michelenenses hemos sido bendecidos este año con la celebración en nuestro municipio de la Santa Misa Crismal. Hoy se cumple una vez más lo anunciado por el profeta Isaías. Ese pasaje de la escritura, en el que sacerdotes y servidores de la Iglesia se reúnen para renovar el don de ser ungidos", expresó el burgomaestre.
Recordó Andrade que Michelena es un pueblo católico. Ha contado en su historia eclesiástica con 30 párrocos, destacando a los presbíteros Lucio Becerra, Raúl Méndez Moncada, quien con su dedicación y entusiasmo, llevó a feliz término la culminación de ese templo.
También mencionó a Delfín Medina Sandoval y al padre Martínez Monsalve; así como al actual obispo de Margarita, monseñor Jorge Aníbal Quintero Chacón, quienes han dejado huella en la comunidad católica michelenense.
El compromiso con el pueblo de Dios
El cuerpo presbiteral recordó y renovó las promesas del sacerdocio que han recibido, iniciando con la renovación del compromiso episcopal del Obispo de nuestra Diócesis, ante el pueblo a él encomendado, respondiendo "Sí quiero" a la pregunta de querer dirigir al pueblo de Dios por el camino de la salvación.
Luego tuvo lugar la renovación de los trabajos sacerdotales, donde se interrogó a los presbíteros acerca de su encargo asumido en día de su ordenación, a lo que más de 150 sacerdotes respondieron "Sí quiero".
Seguidamente, se realizó la presentación de los óleos y las especies eucarísticas, llevando al altar los dones del pan y el vino que por la consagración se convirtieron en cuerpo y sangre del Señor. Como parte del protocolo eclesiástico se realizó la conmemoración de los santos, de los vivos y los difuntos; para proceder de inmediato a la bendición del óleo de los enfermos, de los catecúmenos, la consagración del Santo Crisma que se utiliza en los sacramentos del bautismo, confirmación, orden sacerdotal y la consagración de altares y templos, lo que hará sentir la unción de la bondad divina y los frutos de la redención.
Cada sacerdote recibió por parte de la Diócesis y la Alcaldía del municipio Michelena un obsequio, en reconocimiento a su rol como misioneros de la palabra, lo que ha contribuido a la reconversión de los hijos de Dios.
Anuncio de beatificación
Al comienzo de la liturgia, el obispo Mario Moronta anunció que en el Vaticano se inició el proceso para la beatificación de Medarda Piñero y de Ana Lucía, dos mujeres cuya sensibilidad social y dones espirituales han sumado el clamor del pueblo católico para que gocen de la eterna bienaventuranza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario